Siempre pensamos que los maestros y profesores son los que tienen que fomentar en los niños hábitos con la lectura de libros o bien el estudiar, pero los padres tienen una obligación moral de fomentar la lectura a sus hijos, además de preocuparse por sus estudios, para que los niños puedan obtener una educación adecuada y en el futuro pueda ser una persona de provecho.