De pequeño muchos niños son rebeldes y su comportamiento deja mucho que desear. En cuanto aparecen los malos modales es el momento de ponerle freno y poder modificar la conducta de nuestro hijo, para que cuando crezca se comporte mejor. Es muy habitual que los niños sean caprichosos a la hora de jugar, de comer y además se puedan comportar mal delante de otras personas.